Se ha puesto de moda.
A mí me da yuyu.
Hasta de mis mejores amigas.
Mis últimas novias me decían que los tíos lo esperan siempre.
Las putas baratas ya casi sólo se dedican a eso.
Tienen tal habilidad que desenrrollan los condones con la boca; el cliente ni se da cuenta.
A Freud no se lo hicieron nunca, supongo.
Algún comentario hubiera hecho el inventor del "complejo de castración"
Colapso. Especulación. Pensamiento positivo. Mirada crítica. Ciencia. Ecología. Sentido común. Dios. Recursos internos. Solución de problemas, vidente africano con gran poder. Perros.
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23 febrero 2007
21 febrero 2007
15 febrero 2007
Su puto padre
Desde el principio de los tiempos estaba ahí. Sólo que no había principio de los tiempos para él, ya que Él era el principio.
Y coño, ¿qué hace ahí solo? Se aburre, claro...
Hasta que se da cuenta, toma conciencia...
se ve reflejado...
Ya está.
SOY
(je je je)
pues no te queda, compadre...
¡Cállate la boca, que este es mi cuento!
¡Que te den por culo!
Eso al Gen, que está obsesionado.
Claro, él sí, y tú no. ¿Y quién le ha mandado una valentina?
Tú; no intentes liarme.
Bueno, uno también puede tener debilidades...
No se trata de eso, ¿tú sabes por qué lo haces?
Es un egocéntrico, me di cuenta cuando le dediqué el otro post.
No te diste cuenta de nada, estabas siguiendo sólo tu vanidad...
..........
Que sé da cuenta de que es, que toma conciencia de sí mismo, ¡coño! eso sí es fuerte.
Y entonces...
Las primeras pajas del universo fueron mentales...
"El gran masturbador"
Dios en su universo...
Está pálido en su silla de oro.
¿qué dices, tronco?
Está mudo el teclado de su clave sonoro.
¡¡¡¡¡¡Yeeeeeeeehhhhhhh!!!!!!
Y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.....
Pa flor tú. ¿sabes lo que estás haciendo?
Cagándome en Dios, qué te parece!
¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿?????!!!!!
Total, igual nos tiene que matar...
Sí, tronco, pero es que es un sádico, a lo mejor te tortura.
Al enemigo; ni flores.
¡Será ni agua!
¡Eso, ni agua! mira lo que hizo con su hijo, y eso que era el predilecto.
Desde el principio de los tiempos estaba ahí. Sólo que no había principio de los tiempos para él, ya que Él era el principio.
Y coño, ¿qué hace ahí solo? Se aburre, claro...
Hasta que se da cuenta, toma conciencia...
se ve reflejado...
Ya está.
SOY
(je je je)
pues no te queda, compadre...
¡Cállate la boca, que este es mi cuento!
¡Que te den por culo!
Eso al Gen, que está obsesionado.
Claro, él sí, y tú no. ¿Y quién le ha mandado una valentina?
Tú; no intentes liarme.
Bueno, uno también puede tener debilidades...
No se trata de eso, ¿tú sabes por qué lo haces?
Es un egocéntrico, me di cuenta cuando le dediqué el otro post.
No te diste cuenta de nada, estabas siguiendo sólo tu vanidad...
..........
Que sé da cuenta de que es, que toma conciencia de sí mismo, ¡coño! eso sí es fuerte.
Y entonces...
Las primeras pajas del universo fueron mentales...
"El gran masturbador"
Dios en su universo...
Está pálido en su silla de oro.
¿qué dices, tronco?
Está mudo el teclado de su clave sonoro.
¡¡¡¡¡¡Yeeeeeeeehhhhhhh!!!!!!
Y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.....
Pa flor tú. ¿sabes lo que estás haciendo?
Cagándome en Dios, qué te parece!
¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿?????!!!!!
Total, igual nos tiene que matar...
Sí, tronco, pero es que es un sádico, a lo mejor te tortura.
Al enemigo; ni flores.
¡Será ni agua!
¡Eso, ni agua! mira lo que hizo con su hijo, y eso que era el predilecto.
31 enero 2007
Esforzarse por vivir
.
Platón, 81 años
Sócrates, 71 años
Aristóteles, 62 años
HOMERO:
(no se sabe, pero los estudiosos calculan que entre la Iliada y la Odisea pasaron unos 50 años)
HOMERO, 70 años mínimo
Pericles, 66 años
Parménides, 70 años
Heráclito, 60 años
Pitágoras, 75 años
Aristófanes, 60 años
Jenofonte, 77 años
Sófocles, 89 años
Heródoto, 60 años
Tucídides, 64 años
Esquilo, 69 años
Eurípides, 79 años
Protágoras, 74 años
Gorgias, 105 años
Isócrates, 98 años
Empédocles, 60 años
Anáximenes, 61 años
Anaximandro, 65 años
Epicuro, 71 años
Antístenes, 79 años
Diógenes (El Can) 89 años
Todos son griegos conocidos de los siglos IV, V y VI antes de cristo, menos Homero que puede ser del siglo VIII o IX aC
tomados al azar del wikipedia y saltando de uno a otro.
Vale, ¿a qué viene esto?
Si no me he equivocado al hacer los cálculos, estos 24 personajes suman la friolera de 1755 años lo que da de media 73'1 años de esperanza de vida.
Observaréis que el 10 % (Gorgias e Isócrates) rozan los 100 años. mientras que otro 10 % (Sófocles y Diógenes) rozan los 90 años.
Desde luego que la esperanza media de vida ha aumentado mucho en estos 2500 años, pero la edad a la que se muere la gente sigue siendo la misma. No creo que haya mucho mas de un 10 % que llegue a los 100 años en nuestros días.
Es posible que los que llegan a las más avanzadas edades lleguen en condiciones poco envidiables, y no en el estado de salud en que es casi seguro que llegaron nuestros 4 héroes.
Hanna arendt, 69 años
Karl Jaspers, 86 años
Martin Heidegger, 87 años
Paul Ricoeur, 92 años
Hans-Georg Gadamer, 102 años
Jean Paul Sartre, 75 años
Soren Kierkegaard, 42 años
Friedrich Nietzsche, 56 años
Jacques Derrida, 74 años
Walter Benjamin, 48 años
Theodor Adorno, 66 años
Max Horkheimer, 78 años
Max Weber, 56 años
Émile Durkheim, 59 años
Henri Bergson, 81 años
William James, 68 años
F. H. Bradley, 78 años
G. W. F. Hegel, 61 años
Karl Marx, 65 años
Mijaíl Bakunin, 62 años
James Guillaume, 72 años
Piotr Koprotkin, 79 años
Thomas Henry Huxley, 70 años
Herbert Spencer, 83 años
Suman en total la también respetable cantidad de 1712 años, que da de media 71'3 años de vida media. Son todos filósofos de los siglos XIX y XX, -menos Hegel, que nació en el XVIII- y he llegado a ellos de la misma manera que llegué a los otros. Empezando con uno al azar (Hanna Arendt, pues estoy leyendo cosas suyas) y saltando de link en link siguiendo el wikipedia.
Falta, claro está, Immanuel Kant, pero vivió casi exclusivamente en el XVIII. Podemos sustituirlo por Soren Kierkegaard, alegando que su obra es mucho más importante que la del dinamarqués, y admitiendo, como con Hegel, una excepción a la regla.
Sí, con la incorporación de este gigante mental y la eliminación del guapo y apasionado crítico de Hegel ganaríamos 38 años, que pondrían la media de edad para los filósofos contemporáneos en 73. La misma que para los antiguos.
Vivir, sobrevivir, vivir una vida plena y saludable es algo que todos tenemos derecho a desear.
Pero, y quizá me equivoque, la revolución de nuestro tiempo debería ser la del espíritu, no la de las máquinas.
¿Quiero vivir 300 años?
Muy bien. Haré el esfuerzo de no morirme antes.
Platón, 81 años
Sócrates, 71 años
Aristóteles, 62 años
HOMERO:
(no se sabe, pero los estudiosos calculan que entre la Iliada y la Odisea pasaron unos 50 años)
HOMERO, 70 años mínimo
Pericles, 66 años
Parménides, 70 años
Heráclito, 60 años
Pitágoras, 75 años
Aristófanes, 60 años
Jenofonte, 77 años
Sófocles, 89 años
Heródoto, 60 años
Tucídides, 64 años
Esquilo, 69 años
Eurípides, 79 años
Protágoras, 74 años
Gorgias, 105 años
Isócrates, 98 años
Empédocles, 60 años
Anáximenes, 61 años
Anaximandro, 65 años
Epicuro, 71 años
Antístenes, 79 años
Diógenes (El Can) 89 años
Todos son griegos conocidos de los siglos IV, V y VI antes de cristo, menos Homero que puede ser del siglo VIII o IX aC
tomados al azar del wikipedia y saltando de uno a otro.
Vale, ¿a qué viene esto?
Si no me he equivocado al hacer los cálculos, estos 24 personajes suman la friolera de 1755 años lo que da de media 73'1 años de esperanza de vida.
Observaréis que el 10 % (Gorgias e Isócrates) rozan los 100 años. mientras que otro 10 % (Sófocles y Diógenes) rozan los 90 años.
Desde luego que la esperanza media de vida ha aumentado mucho en estos 2500 años, pero la edad a la que se muere la gente sigue siendo la misma. No creo que haya mucho mas de un 10 % que llegue a los 100 años en nuestros días.
Es posible que los que llegan a las más avanzadas edades lleguen en condiciones poco envidiables, y no en el estado de salud en que es casi seguro que llegaron nuestros 4 héroes.
Hanna arendt, 69 años
Karl Jaspers, 86 años
Martin Heidegger, 87 años
Paul Ricoeur, 92 años
Hans-Georg Gadamer, 102 años
Jean Paul Sartre, 75 años
Soren Kierkegaard, 42 años
Friedrich Nietzsche, 56 años
Jacques Derrida, 74 años
Walter Benjamin, 48 años
Theodor Adorno, 66 años
Max Horkheimer, 78 años
Max Weber, 56 años
Émile Durkheim, 59 años
Henri Bergson, 81 años
William James, 68 años
F. H. Bradley, 78 años
G. W. F. Hegel, 61 años
Karl Marx, 65 años
Mijaíl Bakunin, 62 años
James Guillaume, 72 años
Piotr Koprotkin, 79 años
Thomas Henry Huxley, 70 años
Herbert Spencer, 83 años
Suman en total la también respetable cantidad de 1712 años, que da de media 71'3 años de vida media. Son todos filósofos de los siglos XIX y XX, -menos Hegel, que nació en el XVIII- y he llegado a ellos de la misma manera que llegué a los otros. Empezando con uno al azar (Hanna Arendt, pues estoy leyendo cosas suyas) y saltando de link en link siguiendo el wikipedia.
Falta, claro está, Immanuel Kant, pero vivió casi exclusivamente en el XVIII. Podemos sustituirlo por Soren Kierkegaard, alegando que su obra es mucho más importante que la del dinamarqués, y admitiendo, como con Hegel, una excepción a la regla.
Sí, con la incorporación de este gigante mental y la eliminación del guapo y apasionado crítico de Hegel ganaríamos 38 años, que pondrían la media de edad para los filósofos contemporáneos en 73. La misma que para los antiguos.
Vivir, sobrevivir, vivir una vida plena y saludable es algo que todos tenemos derecho a desear.
Pero, y quizá me equivoque, la revolución de nuestro tiempo debería ser la del espíritu, no la de las máquinas.
¿Quiero vivir 300 años?
Muy bien. Haré el esfuerzo de no morirme antes.
19 enero 2007
Lo Profano y Lo Sagrado
Hemos perdido conciencia de la sacralidad del mundo. Y sin embargo, todo en él es Sagrado. Tanto como la Hostia, la Sangre de Cristo o la Piedra Negra de la Kaaba.
13 enero 2007
En aquellos tiempos felices los seres humanos lo sabían, la tierra era nueva para ellos y ellos nuevos para la tierra. La recorren entera y a todo le dan nombre. Y cada nombre tenía potencia, evocación, y habla exactamente del poder de lo nombrado. Así, cuando aun no había mentiras, el espíritu de cada cosa acudía al poder de la palabra que lo nombra.
En aquellos tiempos humanos los felices sabían eres la tierra, la mentiras aun cuando habían así. Y el espíritu intentaba esconderse bajo la tierra para no ser nombrado. Pero el hombre inventó la guerra, y cuando vió que las hijas de la tierra eran hermosas les lanzó dardos de palabras para penetrarlas.
¡Hay! ................................................................................
¡Que las flechas de mentiras emponzoñaron sus preñeces!
Y así nos sigue yendo
(por lo de las mujeres y los dioses, claro)
En aquellos tiempos humanos los felices sabían eres la tierra, la mentiras aun cuando habían así. Y el espíritu intentaba esconderse bajo la tierra para no ser nombrado. Pero el hombre inventó la guerra, y cuando vió que las hijas de la tierra eran hermosas les lanzó dardos de palabras para penetrarlas.
¡Hay! ................................................................................
¡Que las flechas de mentiras emponzoñaron sus preñeces!
Y así nos sigue yendo
(por lo de las mujeres y los dioses, claro)
11 enero 2007
UNa guerra civil, 40 años de dictadura y palio para el caudillo, quemas de conventos, españa roja o fascista, La inquisición, la edad media, la cuaresma, las mujeres de negro con velo y abanico en la iglesia, mujeres sometiéndose a las ansias carnales de los varones blancas y tiesas como palos sin quitarse las bragas ni el refajo, y los famosos cementerios fantasmas de neonatos en los conventos (si alguien tiene datos fidedignos que me lo diga, coño) para tener que soportar que estos estúpidos de musulmanes vengan a hacernos la moral, y se cabreen si nos metemos con el profeta, Me cago una y mil veces en dios, así me condene eternamente si existe esa mierda como nos la contaron o como la cuentan ellos. Y me cago en el Islam, que no sé por que coño tenemos que aguantar tanta mierda. ¿No somos todos ateos ya? ¿Pues a que esperan estos imbéciles, a que Bush lo sea también? Jodeeeer...... ¡¡¡¡QUÉ CRUZ!!!!
08 enero 2007
y os animo a luchar denodadamente contra la fatalidad del principio de Peter que hace que cada ser humano, sometido el tiempo suficiente a las interacciones sociales entre su deseo de prosperar y la estructura laboral en que ello se cumple, acaba indefectiblemente alcanzando su nivel de incompetencia y quedando ahí.
24 diciembre 2006
El curso siguiente a párvulos
Cómo no sabemos nada de "esto"
Sólo sintiendo miedo vivimos dignamente
Cómo sólo tenemos "esto"
Sólo gozando vivimos sabiamente
14 noviembre 2006
06 agosto 2006
la sentencia
Es un recuerdo difuso, quizá lo imaginé más tarde, pero tan largo como tengo memoria está ahí, presente:
Yo no elegí venir al mundo, me obligaron.
El primer sentimiento fue de espanto.
.- No, otra vez no, -recuerdo que pensé-
Y desde ese momento hasta la efectiva aplicación de la sentencia me comporté sin duda de forma innoble y rastrera.
Lloré, grité y pataleé. Me quejé, prometí, juré. Interpuse todo lo que se me ocurrió. Me cagué. Sin duda me cagué. A todos los llené de mocos y pipí.
No recuerdo nada de eso; no me importaba; me daba igual cubrirlo de mierda todo.
Fue el más pánico terror que he sentido nunca, así lo recuerdo, y voy para cincuenta.
Me forzaron.
No hubo forma de escaparse.
¿Dónde estaba?
.- No lo sé.
¿Por que me forzaron?
.- No lo sé.
¿Quién lo hizo?
.- No lo sé.
Pero sé de qué tenía miedo:
De lo más terrible que pudiera pasarme.
Ahora no me parece tan terrible, pero entonces sí.
Era horroroso:
Tenía miedo de esto.
Me forzaron. Un gigante inflexible me obligó a pasar por el aro; por su aro. Yo no pude hacer nada para evitarlo.
Todo lo que ofrecí fue inútil, todo lo que intenté interponer fue inútil.
Y así me rebajé por nada.
Y pareció más justa la sentencia.
¿Por qué os cuento esto, tan banal, tan frecuente, tan sin importancia ya?
Por que yo, por lo mucho que me rebajé, por la intensidad de mi autocompasión, que debió causarles verguenza ajena, tuve derecho a un trato de favor.
Me ofrecieron, para que no me rebajara más, como un regalito especial, como una consolación.
Y este caramelo, que me hizo suspender el llanto, de asombro y curiosidad, modificaba un poco el espanto absoluto de venir aquí, dándole, cómo decirlo... un carácter festivo.
Por eso sin duda nací en Valencia, entre petardos y tormentas.
Me prometieron, para que fuera algo más digno, para que estuviera calladito (tapaos bien los ojos, gentes tiernas, o cambiaos a un blog vegetariano).
Me prometieron que vería el fin del mundo.
Yo no elegí venir al mundo, me obligaron.
El primer sentimiento fue de espanto.
.- No, otra vez no, -recuerdo que pensé-
Y desde ese momento hasta la efectiva aplicación de la sentencia me comporté sin duda de forma innoble y rastrera.
Lloré, grité y pataleé. Me quejé, prometí, juré. Interpuse todo lo que se me ocurrió. Me cagué. Sin duda me cagué. A todos los llené de mocos y pipí.
No recuerdo nada de eso; no me importaba; me daba igual cubrirlo de mierda todo.
Fue el más pánico terror que he sentido nunca, así lo recuerdo, y voy para cincuenta.
Me forzaron.
No hubo forma de escaparse.
¿Dónde estaba?
.- No lo sé.
¿Por que me forzaron?
.- No lo sé.
¿Quién lo hizo?
.- No lo sé.
Pero sé de qué tenía miedo:
De lo más terrible que pudiera pasarme.
Ahora no me parece tan terrible, pero entonces sí.
Era horroroso:
Tenía miedo de esto.
Me forzaron. Un gigante inflexible me obligó a pasar por el aro; por su aro. Yo no pude hacer nada para evitarlo.
Todo lo que ofrecí fue inútil, todo lo que intenté interponer fue inútil.
Y así me rebajé por nada.
Y pareció más justa la sentencia.
¿Por qué os cuento esto, tan banal, tan frecuente, tan sin importancia ya?
Por que yo, por lo mucho que me rebajé, por la intensidad de mi autocompasión, que debió causarles verguenza ajena, tuve derecho a un trato de favor.
Me ofrecieron, para que no me rebajara más, como un regalito especial, como una consolación.
Y este caramelo, que me hizo suspender el llanto, de asombro y curiosidad, modificaba un poco el espanto absoluto de venir aquí, dándole, cómo decirlo... un carácter festivo.
Por eso sin duda nací en Valencia, entre petardos y tormentas.
Me prometieron, para que fuera algo más digno, para que estuviera calladito (tapaos bien los ojos, gentes tiernas, o cambiaos a un blog vegetariano).
Me prometieron que vería el fin del mundo.
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