09 febrero 2007

Hice un esfuerzo

Era...

Me pareció que era el hombre más sensible.

Me lo traje a casa.

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Por la mañana me despertó el olor del pan tostado.

Fuí a hacer pipí.
Y descubrí que no sabía utilizar la escobilla.
Y en la tapa de sentarse había gotas amarillas...



Desde entonces soy estrictamente heterosexual.

4 comentarios:

P dijo...

jejeje.. está buena la reflexión.. yo debo ser estrictamente masoquista porque malgré las gotitas de pipi y alguna otra masculinidá, sigo creyéndolo el hombre más sensible...

Jorge dijo...

juasjuas... es un argumento muy convincente

Ana dijo...

Si fuera una mujer inteligente, ahora mismo me haría lesbiana.

Por eso soy estricta, fervorosa y apasionadamente heterosexual.

Beso

Jorge dijo...

De vez en cuando vuelvo a reler este post. Es uno de mis favoritos. Qué reveladoras, descorretelones son unas gotitas