29 septiembre 2008

hoy toca cita literaria

Cuando volvió en sí, un viejo indio estaba inclinado sobre él y hurgaba con los dedos en una pequeña herida que tenía en el pecho. La bala no había penetrado en la cavidad pectoral, sino que se hallaba alojada en un músculo, junto a una costilla. Don Juan se desmayó dos o tres veces a causa de la conmoción, de la pérdida de sangre y, según él mismo lo refirió, del miedo a morir. El viejo indio extrajo la bala y como don Juan no tenía dónde quedarse lo llevó a su casa y lo cuidó durante más de un mes.
Un día, cuando don Juan ya casi se había recuperado, el viejo le dió un fuerte golpe en la espalda y lo forzó a entrar en un estado de conciencia acrecentada. Después, sin más preliminares, le reveló la porción de la regla que tiene que ver con el nagual y su función:

Al poder que gobierna el destino de todos lo seres vivos se le llama el Águila. No porque sea un águila ni tenga nada que ver con las águilas, sino porque al vidente se le aparece como una inconmensurable y negrísima águila, de altura infinita; empinada como se empinan las águilas.
A medida que el vidente contempla esa negrura, cuatro estallidos de luz le revelan lo que es el Águila. El primer estallido, que es como un rayo, permite al vidente distinguir los contornos del Águila. Hay trozos de blancura que parecen ser las plumas y los talones de un águila.
Un segundo estallido de luz revela una vibrante negrura, creadora de viento, que aletea como las alas de un águila.
Con el tercer estallido de luz el vidente advierte un ojo taladrante, inhumano.
Y el cuarto y último estallido le deja ver lo que el Águila hace:

El Águila se halla devorando la conciencia de todas las criaturas que, vivas en la tierra un momento antes y ahora muertas, van
como un incesante enjambre de luciérnagas flotando hacia el pico del Águila para encontrar su dueño; su razón de haber tenido vida. Pues la conciencia es el sustento del Águila. (...)


Carlos Castaneda: "El don del Águila"

1 comentario:

chuliMa dijo...

Sip, todos vamos buscando nuestra razón de ser.
Interesante el texto.

Shaluditoss