09 julio 2008

Padre nuestro que estás en los cielos
Quédate ahí
Y nosotros, nos quedaremos en la tierra
Que a veces es, tan bonita

Cuando en mi cráneo corra el viento
Cuando mis huesos se vuelvan verdes
Quizá parezca que estoy riendo
Pero será una fosa impresión
Ya que me faltará
Mi elemento plástico
Mis zigomáticos
Que se habrán comido las ratillas
Mi par de cosillas
Mis rótulas, mis pantorrillas
Mis muslos y mi culo
Sobre los que me sentaba
Mis cabellos, mis fístulas
Mis lindos ojos cérulos
Mis cubre-mandíbulas
Con los que os rechupaba
Mi nariz considerable
Mi hígado, mi corazón, mi solomillo
Estas cositas admirables
Que me permitieron apreciar
Duques y duquesas
Papas y papesas
Sacerdotes, sacerdesas
Y gentes del oficio
Y además ya no tendré
Este fósforo algo blando
Seso que se obsesó
En saber que moriría
Las osamentas verdosas, el cráneo ventoso
Ah cómo me duele volverme viejo…

Boris Vian (traducción propia)

1 comentario:

Pareidolia dijo...

Qué bueno es el Vian, es que es leerle y verme en un espejo, le pone palabras a lo que yo no puedo.
Un beso