26 junio 2008

En el móvil del jovenzuelo suena una música que seguramente ha puesto para impresionar al viejo hippie que parezco: “viva España, alzad los brazos hijos del pueblo español, qué vuelva a resurgir, gloria a la patria que supo seguir sobre el azul del mar con la mirada al sol”
O quizá, vaya, parezco más bien un indigente: sentado en el suelo, greñudo; y la ha puesto para asustarme… pero resulta que el viejo huella de perro cantó esa cancioncilla a voz en cuello muchas veces siendo niño, cuando en el patio del colegio formaba con sus compañeros antes de ir a clase. Y la mirada mía cínica relativiza ya el pasado, el presente y el futuro, y no tengo (personalmente) mucho que reprocharle al abuelo Franco, si no es haber sido un personajillo ridículo que no estaba a la altura de su cargo, problema muy común que atañe no tanto a la historia de cada nación en particular cuanto a la de nuestra humanidad en total…
Que mirando las cosas con perspectiva histórica y tal, resulta que quizá el resultado no es tan malo, y lo prometido cumplió, y España es (en cierto modo) la reserva espiritual de Europa, aunque la cosa se esté yendo al carajo poco a poco (que no hay bien que cien años dure).
Pero hablábamos de la humanidad, y el mismo Alexis de Tocqueville, defensor de la democracia y de la igualdad de los Hombres, que denunciaba tanto la esclavitud como el trato denigrante que los Estados Unidos de Norteamérica daban a sus nativos trasladándolos a tierras cada vez peores, justificaba en cambio el colonialismo francés en Argelia y la represión a sangre y fuego de la resistencia argelina a mayor gloria de la nación que inventó para todos la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

6 comentarios:

huelladeperro dijo...

"Pienso que deben emplearse todos los medios a nuestro alcance contra estas tribus solo exceptuaré los que los derechos humanos y el derecho de las naciones no aprueban [...] creo que el derecho de guerra nos autoriza a arrasar el pais y que debemos hacerlo tanto destruyendo las cosechas en época de recolección como haciendo en todo tiempo esas incursiones rápidas que se llaman "razzias" y cuyo objeto es apropiarse de hombres y rebaños"

PRUEBAS 2013. dijo...

Es terrible, pero cada día dudo más de que la humanidad sea capaz de rescatarse de esta cosa en la que se ha covertido la mayor parte de la humanidad.
Besísimo.

huelladeperro dijo...

Sí, yo también tengo dudas...

Anónimo dijo...

ole

Phanfarl dijo...

Yo cada día me estoy volviendo más cobarde, lo admito. Quizás esto venga de que estoy empezando a crear un paralelismo entre mi capacidad de sufrimiento y mi capacidad de amar. A su vez, la experiencia vivida no me está haciendo más dura o impasible, sino más vulnerable, y ante ello, no puedo más que comprender que carezco totalmente de un perfil dotado de principios inalterables como pensaba poseer. Por ello, me ha encantado esa mirada cínica de la que hablas que lo relativiza todo, empezando por uno mismo. No hay juicio justo posible. Seguramente porque he salido de la posición privilegiada que gozaba cuando la vida no te ha tendido trampas para descubrirte ante tí y ante todos, tal como eres, TAL COMO ERES (y no somos perfectos y yo al menos, soy capaz de cosas de las que antes podía juzgar como deleznables). Porque cada vez siento que participo más de ese lado hipócrita, cínico, supercial... que la vida nos brinda. Esto me hace plantear una pregunta: ¿La comprensión presenta la posibilidad de justificar cualquier acto, cualquier pensamiento? Es decir, ¿quién puede pensar en castigo cuando se comprenden las circunstancias?

huelladeperro dijo...

Bueno, hay personas que quieren ser jueces, como las hay que quieren ser psiquiatras.
Quizá a ellos les falte un poco de relativismo y un poco de contacto con el barro, a toda piel, que eso no hace daño y a veces calma las heridas.

NO sé si te servirá, es simplemente una hipótesis a demostrar, pero a mí me ha permitido aguantar mucho más de lo que hubiera creído posible sin por eso rebajarme demasiado (cruzo los dedos): La idea es que el cabrón de Dios nunca tiene los cojones de ponerle a alguien (a ti, o a mí) una prueba que no pueda aguantar. Un dolor que no pueda soportar...

Besos y ánimo.

(Mírala, tan lacónica en su blog y aquí...)