21 febrero 2008

Muchos dicen que la antropología en sentido pragmático de Kant es un estrambote, un libro escrito cuando ya mermaban sus fuerzas mentales y había dicho cuanto tenía que decir.
Vienen a decir estos academicistas ortodoxos amantes de las obras matemáticas y de componer filigranas sobre el trabajo ajeno que Kant después de parir la magna obra que asombraría al mundo y les permitiría a ellos medrar chiquitamente en los círculos académicos de barrio y putear a sus alumos desorientándolos a cada nueva cita, expulsó la placenta, una cosa pegajosa y sanguinolenta, que nada tiene que ver con el hijo, y debe ser enterrada para nunca más sacarla, o mejor, echada al retrete y evacuada con mucha agua.
Poco han comprendido estas garrapatillas oportunistas la grandeza del enano con pulso de gigante, y quizá les engañó lo estricto de su vida, lo mesurado de sus gestos.
Pero Kant sí que entendió el drama del Hombre, y por eso toda su filosofía trata de resolver las preguntas metafísicas en antropología, y por eso, de todas las posibles antropologías, es la pragmática la que escribió al final de su vida, cuando no sabía si tendría tiempo de escribir más.
Porque no nos engañemos: es más importante una caricia que acompaña un moribundo que todos los consejos sobre el bien morir.

5 comentarios:

wind dijo...

hay personas especiales que tienen el don de estar a tras del telon, y de actuar, y de ser espectador. para poder conocer la realidad de una forma mas completa. todos somos sensores y nos complementamos.
admiro a este tipo de personas, quiero leer algo de kant.

me gusto mucho el verso final del post.

P dijo...

ese es un punto de inflexion del razonamiento basico del ser humano: mas vale la caricia, porque es lo que nos hace sentir bien a un nivel en que no necesitamos razonar para entender, que solo la sensorialidad nos prodiga el bienestar, porque las fuerzas ya no dan para otra cosa o porque las ganas se fueron o porque el seso se ocupa en darse vueltas y vueltas por otro lado.
Aludir el punto donde el Hombre es animal, tocar ese punto, es el que pareciera conectarnos mas intimamente con esa caricia en la hora de la muerte, perrito y en esa perspectiva pareciera que toda la parte cerebral no fuera mas que una entelequia construida con el unico afan de diferenciarnos de nuestros hermanos menores por quien sabe que motivo aun escondido o ya velado hace tiempo.. pffff

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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Antígona dijo...

Aún no había tenido tiempo de leerte con calma, huelladeperro, y ahora que lo hago debo decir que me ha encantado. Por la metáfora de la placenta, tan bien aplicada. Por esta interpretación del sentido de la obra de Kant que haces que, sin haber leído la antropología, ni poder juzgar por tanto con fundamento, me parece, sin embargo, tan iluminadora. Y por tu última frase, sabia como pocas.

Efectivamente, la cuestión del conocimiento, por abstrusa y fría que pueda ser, tiene lugar en hombres de carne y hueso que viven día a día el drama de ser hombres. Y si no termina poniéndose al servicio de esa condición humana y tratando de abarcarla en todas sus dimensiones, de poco vale.

Por cierto, que no conocía la palabra "estrambote". Pero me la apunto. ¡Suena tan bien! ;)

¡Un beso!