03 mayo 2007

La Mente de la Humanidad: como las olas del mar, que en algún sitio han de romper

Los movimientos generadores de angustia.
¡Aquí están!
¡No! ¡No! ¡No!
¡No vengais!
¡Quiero huir!
¿Dónde no escuchar?
¡Que no me cojan!
¡Que no me alcancen!
Me voy y camino, me alejo, me escapo, me escondo.
¿dónde me esconderé?
En esta casa, en esta habitación, en este armario.
En este cajón, en este agujerito, en el interior de este cigarrillo.
Lo prendo. No, no metí nada.
Sabe a paja.
Todo sabe a paja, frente a la angustia.
Prendo la tele:
Tonterías, cambio de cadena, tonterías.
Cambio, cambio, cambio...
6 cadenas francesas, 9 canales españoles, el nivel es siempre el mismo. Hoy, a esta hora:
Tonterías infantiloides. Una capa de pintura kitsch.
Para cubrir la angustia.

La vida en las ciudades; cemento, ladrillo, aluminio, vidrio, caucho, pintura asfáltica.
Veneno, veneno, veneno. Veneno en el aire, veneno en el agua, veneno en la tierra. Ángulos rectos, ordenadas, abscisas, 90 grados, 90 grados. Habitaciones cuadradas, rectangulares, verticales, horizontales.
Cubos, paralepípedos, cajas, más cajas, sarcófagos, pasillos, ascensores, cuadrados y cuadrados.
Vivir en sarcófagos para no pensar en la muerte, para huir de ella, para abolirla.

Paseo por las calles de las ciudades, por los túneles del metro... veneno en mis pulmones, veneno bajo mis pies. Por todas partes cosas muertas solicitan a los hombres, mis hermanos. Palabras muertas de hombres que ya no están, que se fueron más lejos, a escribir nuevas palabras, muertas también. Engaños, trampas, mentiras, cosas en las que no creen, cosas sin importancia. La falsedad que vivimos todos. Sonrisas fingidas que duraron un segundo; hechas eternas para nosotros...
MP3, Mp4, el cantante que acaricia tu oído ya no canta ¿mantiene con su mente, en cada instante, el valor de su canción? ¿cree en ella todavía?
A lo mejor ya está muerto...

Engaños, engaños.
Que nos damos, que nos hacen, a falta de algo mejor.
Y mientras tanto:
La Angustia.
Y mientras tanto.............
LA ANGUSTIA.

La angustia sorda, la angustia común, la angustia enorme, abismal, infinita.
La angustia de todos... huída.
Huída por todos, cobardes, rebaño, asesinos, criminales, enloquecedores.
Que no vivís y no dejáis vivir.
¿O acaso creéis que la angustia que evitáis no la ha de sufrir nadie?
¡Psicópatas inhumanos!
¡Edonistas rastreros! ¡Miserables!
¿Quién sufre?
¿Quién soporta la angustia?
¿Quién sostiene lo que os mataría?
¿Quién se estira como gigante, empujando la tierra con los pies, sosteniéndola en su mente, para evitar que nos aplaste?

¡No tenéis perdón de Dios!

6 comentarios:

Ana dijo...

Qué te pasa?
Te leo alterado y enfadadísimo, qué te han hecho?
Cuéntamelo, yo me encargo... parecerá un accidente.

Que no me toquen a mi laurel, que me aromatiza estupendamente!!

Un beso de consuelo, un poco de calma.
Cuídate.
Joer, cómo escribes, niño!!

Jorge dijo...

Clap...clap...clap... Enorme.

mmm...así que laurel. Tengo aquí un pulpo que voy a poner a cocer... ¿Te importaría meterte en la cacuela? aunque sea solo los pies... Ya sabes, pa dar sabor.

Zooma dijo...

y finalmente ha ganado la indiferencia!!

Recorriendo aguas maltesas....


Que rábia me dan esas islas, desde que las conocí, en el 90.... justo a punto de estallar la guerra del golfo...

huelladeperro dijo...

Todavía no Zooma; la razón sigue entera...

mmmmm... malthisers...

Gen...
El misionerio desdelacazuela se ríe del antropófago:
jejeje...
m'he cagao

No, en serio, te costará la mitad de tu fortuna ;-)
O nos lo podemos jugar a los chinos, o al ajedrez, o al go

Gracias, Dorothy;
Un beso entero

Anónimo dijo...

yo creo que la muerte que percibes es proporcional a lo muerto que tu mismo estás.

huelladeperro dijo...

racsouran :
Yo creo todo lo contrario: que la muerte que eres capaz de percibir es proporcional a lo vivo que tú mismo estés.

Y creo más, que estar vivo es enfrentarse a la percepción de la muerte al máximo de lo que se pueda.

Los que están muertos, a los que acuso en este post, son aquellos a los que el miedo paraliza hasta el punto de que no viven por miedo a percibir la muerte.

¡Barreras!, barreras frente a la muerte que no hacen nada más que engañar y evitar que nos enfrentemos al verdadero problema de la vida. Desde dentro, desde la propia sensación de vida, Es desde el único lugar que sirve de algo intentar enfrentarse a ella.
los que no lo hacen son unos cobardes.
A algunos nos duele, pero casi todos somos tolerantes, comprensivos...

Y bueno. así es.