A la misma hora, miles, millones de personas se conectan para ver el noticiario de la noche.
Miles, millones de personas se despiertan al ritmo de las mismas radios.
Todos los días, millones de personas se enteran de las mismas noticias.
Un día al mes, a la hora de comer, se ve en la tele una escena horrible de la que nos avisan que puede herir nuestra sensibilidad.
¿Cuantos millones de personas han sentido simultáneamente la misma vergüenza ante el mismo realitichou? (lo de Isabel Gemio, mismamente).
¡Bendito sea internet, que nos individualiza y nos permite ser distintos!
Pero...
¿Quién estudia los resultados de ese gran experimento mediático?
4 comentarios:
yo, bajo riesgo de la total alienación social estandar, dejé de ver noticieros y leer diarios hace ya un buen tiempo. vergüenza, impotencia, asco. Me sentía manoseada y utilizada con total descriterio y me indignó que nadie pareciera darse cuenta que eso es masivo, que es una manipulación controlada y meditada y demasiados, ovejísticamente, se someten a ella con la cara llena de baba sin echar a pensar aunque sea por 1 min la neurona para analizar y desarrollar ideas propias. bof!
cariños, le chien!
Hace tiempo me sometí a una dura operación: me quité unos cuantos kilos.
Ahora me siento más despierto.
Me amputé la televisión.
Algún día dejaré interneC, lo vi en una página güeb.
Sí, quizá, espero, ... Algún día seremos libres
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