24 agosto 2007

La culpa la tiene el que dijo que el destino del ser humano es ser feliz.
El destino del ser humano es morir; y volcar todos los esfuerzos de una vida en ser feliz es obviar la realidad ineludible, hacer trampas consigo mismo, declararse vencido de antemano, ceder frente a la muerte antes de que llegue, morirse de miedo, estar muerto de miedo, no vivir, vivir muerto, estar muerto antes de morir, viviendo muerto, no vivir por miedo a morir.
No ser, en definitiva, más que un susto ante la muerte protegiéndose en barricadas de bienestar efímero.
No es digno, y no ser digno es no ser entero, no ser yo. Y si no eres yo, ¿qué quieres salvar frente a la muerte? ¡Parte de tu Parte! ¡ser humano mutilado! ¡mitad de tu mitad que esconde la conciencia de sí mismo en un rincón oscuro de la memoria!
Si no eres tú, ¿qué vales? ¿qué hay? Salva tus sentidos para la felicidad y mata, de una muerte deshonrosa, tu esencia inquebrantable.

11 comentarios:

Jorge dijo...

Tremendo! Tremendo! Tremendo!

Antígona dijo...

Huelladeperro, pues yo debo de estar un poco espesa porque no consigo entender qué es lo que quieres decir.

Destinados a morir, seres-hacia-la-muerte, sí, de eso no hay duda. ¿Felicidad? Hombre, pues mientras tanto, mientras no desaparezcamos del mapa o decidamos quitarnos de en medio, algo habrá que hacer, claro, y cuántas más satisfacciones y alegría nos dé ese algo, mejor.

¿Ser un susto ante la muerte? A veces. Pero también hay quien dice que sólo sintiendo radicalmente la angustia ante la muerte se vuelve a la vida más convencido de querer aprovecharla, de querer agotar sus posibilidades. ¿Es a esto último a lo que te refieres? ¿A la convicción de que dejarse atrapar por el miedo a la muerte nos impide vivir? Si es así, entonces estamos de acuerdo. Si no, corríjame Ud., señor can, y disuelva mis espesuras.

Por cierto, vuelvo a tener la impresión de que ha desaparecido algún post anterior... Eso o que mi espesura me hace nuevamente tener visiones :)

¡Un beso!

huelladeperro dijo...

No, de momento ese texto no lo puedo mejorar.

huelladeperro dijo...

(sí, desapareció, está en el taller de reparaciones)

P dijo...

y qué cuando se tiene la certeza que la muerte no existe y que la felicidad no se busca, mas bien se reconoce con el simple gesto de abrir los ojos?
Detentamos este titulo de "seres inteligentes" debido a nuestra capacidad de ser autoconscientes, de crear un modelo de la existencia y reconocernos en él, pero sera eso lo que nos hace "humanos"?
El miedo nos emparenta con todos los demas bichos, no creo sea especialidad de nuestra especie.
La "felicidad" buscada parece un concepto-objetivo tan idiota como buscar la olla de oro al final del arcoiris. Eso si no lo hacen los demas bichos.
Capaz que eso es lo que en realidad nos diferencia hein? la infinita capacidad de preocuparnos por estupideces.
:S

Anuk dijo...

En el fondo, reconozco que pensaba así...
Pero es una de las formas más inutiles de perder el tiempo.

¿Estabas un poco down cuando escribiste eso, no?

Cuando ese tipo de pensamientos vienen a mi, siempre canto: "Don't worry, be happy... Everything... it's gonna be allright..."

huelladeperro dijo...

Si down quiere decir bajo de moral, no, no estaba down: estaba tenso, entero, lúcido, tranquilo, y capaz (como dice mi hermana más arriba) de apropiarme la felicidad a vuelta de un parpadeo.
Pero no se trata de la felicidad a la que se refiere la canción, sino de una felicidad más íntima y más exigente, la felicidad de saber que estoy en armonía con todo mi pasado, y que yo, es decir, todo lo que de mí mismo puedo reunir junto, indaga con valentía el mundo en el que Dios me puso para encontrar una salida.

Me sentía, cuando escribí esto; cuando lo pensé, como uno de los pocos cientos de hombres más valientes, más sensatos y más lúcidos que en el mundo ha habido.

Yo también, siendo más joven, (te doblo la edad) trataba de huir de los pensamientos peligrosos o dolorosos. Tenía varias técnicas, aparte de la de cantar alguna canción positiva y despreocupada, pero no te las voy a decir, por que eran bastante más dañinas que cantar el d'ont worry, be happy.

Poco a poco amiga, poco a poco. El cerebro, o el pensamiento, es un órgano rebelde, una especie de caballo salvaje o de toro encabritado al que resulta muy difícil montar. Parece que no hay muchas maneras distintas de controlarlo.
Una es la escapista, intentar pensar otra cosa, salir a correr, comer, drogarse, darse gusto, poner música, o dejarse aconsejar por un psiquiatra, que generalmente es un imbécil cobarde que en lugar de enseñarte a ser valiente y a comprender las razones por las que tu cerebro (o tu pensamiento) te hace sufrir te receta medicamentos que rebajan tu nivel de actividad mental al de la simple operatividad.

La otra forma de controlar el pensamiento es visitarlo, ver como se mueve en su casa, seguir sus vueltas y revueltas para ver como piensa, y en vez de huir de él proponerse seguirlo, acompañarlo, darle las herramientas con las que debe trabajar. El pensamiento es como un científico en un laboratorio haciendo una investigación, con la diferencia de que da más miedo por que es interior, y en él está involucrado todo nuestro ser.

Bueno; está involucrado todo nuestro ser, de verdad; y no hay actividad más apasionante que medir cuán grandes somos, desde el interior, y para ello sólo basta con seguir el pensamiento.

PD: La única técnica que yo conozco para controlar el miedo es aceptarlo, reconocerlo, sentirlo, dejar de tenerle miedo, y entonces seguir.

Pareidolia dijo...

Yo tengo muchos miedos, racionales e irracionales, los que te invalidan y los que te hacen elegir otro camino que resultó el acertado.
Ya no busco la felicidad, sólo busco la capacidad de elección, ya que eso es lo que más libre me hace sentir, y el sentirse libre es lo que se me asemeja más a eso que llaman felicidad. De todas las maneras, nuestro fin está determinado, por tanto es absurdo tener miedo a algo que ya sabemos de antemano, pero es que no lo podemos evitar...
Un besico pour mon chien

huelladeperro dijo...

La única razón por la que creemos que nuestro fin está determinado es por que no sabemos que nadie haya vuelto de la muerte y por la conjunción constante que observamos entre esta y el envejecimiento. Desde luego parece un piège muy bien armado. Pero... ¿sabemos?

Bienvenida amiga, acepto y respondo al beso
Ahora paso a ver que nuevas percepciones raras has tenido

Burnout. dijo...

La felicidad es la usencia de dolor. la vida es dolor ergo no es posible la felicidad. Pero... Podemos ignorar el dolor. Podemos intentar hacer ALGO con lo que tenemos. pero ¿Que?
Un saludo

huelladeperro dijo...

Ahí, ahí está el quid: ¿QUÉ?